EFECTO DEL ALCOHOL EN LA SANGRE.

El Dr. Richardson, en sus conferencias sobre el alcohol, dado tanto en Inglaterra y América, hablando de la acción de esta sustancia en la sangre después de pasar del estómago, dice:

"Supongamos, entonces, una cierta medida de alcohol se toma en el estómago, que será absorbido allí, pero, antes de la absorción, tendrá que someterse a un grado adecuado de dilución con agua, porque hay esta peculiaridad respetando el alcohol cuando se separa por un membrana animal de un fluido acuoso como la sangre, que no pasará a través de la membrana hasta que se haya cargado, a un punto dado de dilución, con agua. Es en sí, de hecho, tan codicioso para el agua, lo recogerá de las texturas acuosas, y privarlos de ella hasta, por su saturación, su poder de recepción se agota, después de lo cual se difunda en la corriente de fluido circulante.  "

Es este poder de absorber el agua de cada textura con la que entra en contacto el alcohol alcohólico, que crea la sed ardiente de aquellos que libremente se complacen en su uso. Su efecto, cuando llega a la circulación, es así descrito por el Dr. Richardson:


 "A medida que pasa a través de la circulación de los pulmones se expone al aire, y un poco de ella, se eleva en vapor por el calor natural, se arroja en la expiración. Si la cantidad de ella es grande, esta pérdida puede ser considerable, y el olor del Espíritu puede ser detectado en la respiración expirada. Si la cantidad es pequeña, la pérdida será comparativamente pequeña, ya que el espíritu será retenido en solución por el agua en la sangre. Después de que ha pasado a través de los pulmones, y ha sido conducido por el corazón izquierdo sobre el circuito arterial, pasa a lo que se llama la circulación de minutos, o la circulación estructural del organismo. Las arterias aquí se extienden a vasos muy pequeños, que se denominan arteriolas, y de estos vasos infinitamente pequeños brotan los radicales o raíces de las venas, que en última instancia se convierten en los grandes ríos que llevan la sangre de regreso al corazón. En su paso a través de esta circulación de minutos el alcohol encuentra su camino a todos los órganos. A este cerebro, a estos músculos, a estos órganos secretantes o excretantes, no, incluso en esta estructura ósea misma, se mueve con la sangre. En algunas de estas partes que no son excreción, permanece por un tiempo difuso, y en aquellas partes donde hay un gran porcentaje de agua, sigue siendo más larga que en otras partes. De algunos órganos que tienen un tubo abierto para el transporte de fluidos de distancia, como el hígado y los riñones, es arrojado o eliminado, y de esta manera una porción de ella se elimina finalmente del cuerpo. El resto que pasa redondo y redondo con la circulación, es probablemente descompuesto y llevado a cabo en nuevas formas de materia.